Al igual que
tenemos historiales de relaciones, la mayoría de nosotros tenemos historiales
laborales.
Al igual que
tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual lidiar en nuestra
vida de relaciones, tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual
lidiar en nuestra vida de trabajo.
Al igual que
desarrollamos una actitud sana hacia nuestra historia de relaciones – que nos
ayudará a aprender y a seguir adelante podemos desarrollar una actitud sana
hacia nuestra historia laboral.
En mi vida
he tenido muchos empleos, desde que tenía once años. Al igual que he aprendido
muchas cosas acerca de mí misma a través de mis relaciones, he aprendido muchas
lecciones a través de mi trabajo. A menudo, estas lecciones corren paralelas a
las lecciones que estoy aprendiendo en otras áreas de mi vida.
He trabajado
en empleos que odiaba, pero de los cuales dependía temporalmente. Me he quedado
atorada en empleos porque me daba miedo lanzarme yo sola y encontrar mi
siguiente serie de circunstancias.
He estado en
algunos empleos para desarrollar habilidades. A veces, no supe que estaba
desarrollado esas habilidades hasta más tarde, cuando se convirtieron en una
parte importante de la carrera que elegí.
He trabajado
en empleos donde me he sentido victimada, donde sentía que daba y daba sin
recibir nada a cambio. He estado en relaciones donde fabricaba sentimientos
similares.
He trabajado
en algunos empleos que me han enseñado lo que no quería en absoluto; y en otros
que han despertado en mí la idea de lo que realmente quería y me merecía en mi
carrera.
Algunos de
mis empleos me han ayudado a fortalecer el carácter; otros, a desarrollar
habilidades sutiles. Todos han sido un lugar dónde practicar conductas de
recuperación.
Al igual que
tuve que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes acerca de mí misma en
mis relaciones, he tenido que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes
acerca de mí misma, y de lo que creía que me merecía en mi trabajo.
Así como he
tenido que limpiar los despojos de sentimientos acerca de relaciones del
pasado, he necesitado concluir mis asuntos en lo relativo a mis trabajos y a mi
carrera.
En mi vida
he atravesado por dos cambios importantes de carrera: Aprendí que ninguna de
esas carreras fue un error y que en ningún empleo fue un desperdicio de tiempo.
he aprendido algo en cada empleo que he tenido, y mi historia laboral me ha
ayudado a crear lo que soy.
Aprendí algo
mas: había un Plan, estaba siendo guiada. Entre mas confiaba en mis instintos,
en lo que quería y en lo que sentía era correcto, mas sentía que era guiada.
Entre mas me
rehusaba a perder mi alma en un empleo y trabajaba en el porque lo quería y no
por la paga, menos victimada me sentía por cualesquiera de mis carreras, aun en
aquellos empleos donde recibía un magro salario. Entre mas fijaba metas y
trabajaba responsablemente por lograr el tipo de carrera que quería, mas podía
decidir si un empleo en particular encajaba en el esquema de las cosas. Podía
entender por que estaba trabajando en ese empleo en particular y cómo me
beneficiaría de ello.
Hay veces en
que he sentido pánico en el trabajo y acerca de dónde me encontraba en mi
historia laboral. El pánico nunca me ayudó. Lo que me ayudó fue confiar y
trabajar mi programa.
Hubo veces
en que miraba a mi alrededor y me preguntaba por qué estaba donde estaba. Hubo
veces en que la gente pensó que yo debía estar en otro sitio diferente. Pero
cuando veía en mi interior y veía a Dios, yo sabía que estaba en el lugar
correcto, por el momento.
Hubo veces
en que no fui promovida como quería. Hubo veces en que me negué a ser promovida
porque no lo sentía correcto.
Hubo veces
en que tuve que renunciar a un empleo y alejarme para ser fiel a mí misma. A
veces, eso era atemorizante. A veces, me sentía un fracaso. Pero aprendí esto:
si estaba trabajando mi programa y me era fiel a mí misma, nunca tendría que
temer hacia dónde se me estaba guiando.
Ha habido
veces en que no podía sobrevivir con la escasa cantidad de dinero que estaba
recibiendo. En vez de llevar ese asunto ante un jefe o patrón en particular y
echarle la culpa, he tenido que aprender a llevar ese asunto ante mí misma y
ante mi Poder Superior. He aprendido que yo soy la responsable de fijar mis
límites y de establecer lo que creo que merezco. También he aprendido que es
Dios, y no un patrón en particular, la fuente de mi guía.
He aprendido
que no estoy atorada o atrapada en un trabajo al igual que no lo estoy en una
relación. Tengo alternativas. Tal vez no pueda verlas claramente ahora, pero
tengo alternativas. He aprendido que si realmente quiero cuidar de mí misma de
una forma en particular en un empelo, lo haré. Y si realmente quiero ser
victimada en
un empleo, también permitiré que eso ocurra.
Yo soy
responsable de lo que elijo, y tengo alternativas. Por encima de todo lo demás,
he aprendido a aceptar mis circunstancias actuales en el trabajo y a confiar en
ellas. Eso no significa doblegarse; no significa renunciar a nuestros límites.
Significa confiar, aceptar y luego cuidarme a mí misma lo mejor que pueda en
cualquier día dado.
“Dios mío,
ayúdame a llevar mis conductas de recuperación a los asuntos relacionados con
mi carrera”.