Si
no me amo, siempre estaré buscando a alguien que me complete, que me haga
feliz, que haga realidad mis sueños.
Estar
“necesitado” es la mejor manera de atraer malas relaciones.
Si
esperamos que otra persona nos “arregle” la vida, o que sea nuestra “mejor
mitad”, disponemos las cosas para el fracaso.
Es
necesario que seamos realmente felices con nosotros mismos antes de iniciar una
relación de pareja.
Es
necesario que seamos lo suficientemente felices para ni siquiera necesitar una
relación para ser feliz.
De
igual modo, si tenemos una relación con una persona que no se ama a sí mismo,
es imposible que realmente la contentemos.
Nunca
vamos a “valer lo suficiente” para una persona insegura, frustrada, celosa,
rencorosa o que se odia a sí misma.
Con
mucha frecuencia hacemos lo imposible por agradar y ser valorados por parejas
que no tienen idea de cómo aceptar nuestro amor, porque estas personas no se
aman a sí mismas.
La
vida es un espejo, siempre atraemos a personas que reflejan características
nuestras, o las creencias que tenemos respecto a nosotros mismos y a las
relaciones.
Lo
que los demás piensan de nosotros es su propia perspectiva limitada de la vida.
Hemos de aprender que la Vida nos ha amado incondicionalmente.
El
trabajo más importante lo hacemos en nosotros mismos. Desear que cambie nuestra
pareja es una forma sutil de manipulación, un deseo de tener poder sobre ella o
él.
Incluso
podría ser una actitud santurrona, ya que expresa la idea de que somos mejores
que nuestra pareja.
Permite
que la persona que amas sea como elija ser. Aliéntala a que se explore y
descubra a sí misma, a que se ame, se acepte y se valore.
Muchas
veces buscamos a otras personas que nos hagan sentir amados o conectados,
cuando lo único que estas personas pueden hacer es reflejar nuestra relación
con nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario