27 de enero
Necesitamos
a la gente
Podemos
encontrar el equilibrio entre el necesitar demasiado de la gente y no
permitirnos necesitar absolutamente a nadie.
Muchos de
nosotros tenemos necesidades de dependencia del pasado que no han sido
satisfechas. Aunque queremos que los demás satisfagan nuestro deseo de ser
amados en forma incondicional, podemos haber elegido gente que no pueda, o no
quiera, ser un apoyo para nosotros. Algunos de nosotros estamos tan necesitados
emocionalmente por el hecho de no haber sido amados, que ahuyentamos a la gente
al hacerles ver que la necesitamos demasiado.
Otros nos
vamos al extremo opuesto. Podemos habernos acostumbrado a que la gente no nos
apoye, de modo que la evitamos. Luchamos contra nuestros sentimientos de
necesidad de los demás volviéndonos demasiado independientes, no permitiéndonos
ya necesitar a nadie. Algunos de nosotros no dejamos que la gente nos apoye.
Sea como
sea, estamos dejando inconcluso un asunto importante. Nos merecemos otra cosa
mejor. Cuando cambiemos, nuestras circunstancias cambiarán.
Si estamos
demasiado necesitados de los demás, respondemos aceptando esa parte necesitada
que tenemos. Nos dejamos curar el dolor de necesidades pasadas que no se
satisficieron. Dejamos de decirnos a nosotros mismos que no somos dignos de
amor porque no nos han amado de la manera como queríamos y necesitábamos.
Si hemos
cerrado la parte de nosotros que tiene necesidad de la gente, nos disponemos a
abrirnos, a ser vulnerables, a permitir que nos amen. Nos permitimos tener
necesidades.
Tendremos el
amor que deseamos y que necesitamos cuando empecemos a creer que somos dignos
de ser amados, y cuando permitamos que esto ocurra.
“Hoy luchare
por lograr el equilibrio entre el necesitar demasiado a los demás y el no
permitirme necesitar a la gente. Me permitiré recibir el amor que se me
ofrece”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario