7 de Marzo
Es posible
que experimentemos una fuerte presión para que expliquemos a familiares y
amigos cómo es posible que alguien que no es particularmente admirable, ni
siquiera amable, puede sin embargo despertar en nosotras semejante emoción y
expectativa, y un intenso deseo, jamás igualado a lo que podamos sentir por
alguien más bondadoso o más presentable. Es difícil explicar que estamos
fascinadas por la fantasía de sacar a la luz todas las cualidades positivas - amor,
interés, devoción, integridad y nobleza -, que tenemos la seguridad de que
yacen ocultas en el interior de nuestro amante, esperando para florecer al
calor de nuestro amor.¿Cómo explicar que lo hallamos tan atractivo no es la
persona que es, sino aquella en que, estamos convencidas, va a convertirse?
¿cómo admitir ante nosotras mismas, o ante los demás, que estamos enamoradas de
alguien que aún no existe, y que estamos fascinadas con nuestro poder para
hacerla aparecer?