13 de abril
«Este comportamiento de permanente
búsqueda de aprobación nos hundió
más en la adicción.»
Texto
Básico, p. 16
Cuando los demás aprueban lo que decimos o hacemos nos sentimos bien;
cuando lo desaprueban, nos sentimos mal. Las opiniones sobre nosotros, o cómo
nos hacen sentir esas opiniones, pueden ser algo positivo. Cuando nos hacen
sentir bien porque vamos por buen camino, nos animan a seguir. Pero «agradar a
los demás» es algo completamente diferente. Tratamos de «agradar a los demás» cuando hacemos algo, bien
o mal, únicamente para conseguir la aprobación de otra persona.
La baja autoestima nos hace creer que necesitamos la aprobación de otro
para sentirnos bien con nosotros. Hacemos lo que sea para que los demás nos
digan que somos maravillosos. Nos sentimos bien un tiempo y después empieza a
hacernos daño. Al tratar de agradar a otra persona, nos subestimamos y
subestimamos nuestros valores. Descubrimos que la aprobación de los demás no
llena el vacío que tenemos dentro.
Es posible encontrar la satisfacción interna que buscamos, haciendo lo
correcto por motivos correctos. Rompemos el círculo de agradar a los demás
cuando dejamos de actuar únicamente para conseguir su aprobación y empezamos a
comportarnos de acuerdo a la voluntad de nuestro Poder Superior para con
nosotros. Cuando lo hagamos, es posible que nos sorprenda gratamente descubrir
que las personas que realmente cuentan en nuestra vida aprobarán mucho más
nuestra conducta. Pero lo más importante, nos aprobaremos nosotros.
Sólo por hoy: Poder Superior, ayúdame
a vivir de acuerdo a principios espirituales. Sólo entonces podré aprobarme a
mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario