20 de enero
Nuevos
comienzos
Los
resentimientos son los bloques que nos impiden amarnos a nosotros mismos y a
los demás. Los resentimientos no castigan a la otra persona, nos castigan a
nosotros mismos. Se vuelven barreras que no nos dejan sentirnos bien y
disfrutar de la vida. Nos impiden estar en armonía con el mundo. Los
resentimientos son trozos de ira endurecidos, que sólo se desbaratan y se
disuelven con el perdón y el olvido.
Deja ir los
resentimientos no significa que le permitamos a la otra persona hacer lo que
quiera. Significa aceptar lo que ocurrió en el pasado y fijar límites para el
futuro ¡Podemos dejar ir los resentimientos y, aun así, tener límites!
Tratamos de
ver la parte buena de la persona, o el bien que por fin se derivó de algún
incidente que nos causó resentimiento. Tratamos de ver nuestra parte en ello.
Luego, nos
olvidamos del incidente.
Es de gran
ayuda rezar por quienes nos sentimos resentidos. Pedirle a Dios que tome
nuestros resentimientos también ayuda.
Qué mejor
manera de empezar un año nuevo que borrando el pizarrón del pasado y empezarlo
libres de resentimientos.
“Poder
Superior, ayúdame a estar listo para despojarme de mis resentimientos. Trae a
la superficie cualquier resentimiento oculto que me este bloqueando. Enséñame
que debo hacer para cuidar de mi mismo y dejar ir mis resentimientos, y luego,
ayúdame a hacerlo”.
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