Me pasé un
año tratando de probarle a mi esposo cuánto me estaba lastimando que él
bebiera. Cuando empecé a recuperarme, me di cuenta que era yo la que debía
darme cuanta de cuánto me estaba lastimando que él bebiera. (Anónimo).
Me pasé
meses tratando de probarle a un hombre cuán responsable y sana era yo. Luego me
di cuenta de lo que estaba haciendo. El no tenía que darse cuenta de cuán
responsable y sana era yo. Yo era la que tenía que darme cuenta. (Anónimo).
Tratar de
probar lo buenos que somos, tratar de probar que somos suficientemente buenos,
tratar de demostrarle a alguien cuánto nos ha herido, tratar de demostrarle a
alguien que somos comprensivos, son signos de advertencia de que podemos estar
dentro de nuestras conductas autoderrotistas.
Pueden ser
una indicación de que estamos tratando de controlar a alguien. Pueden ser una
indicación de que no estamos creyendo lo buenos que somos, que somos
suficientemente buenos, o de que alguien nos está lastimando.
Pueden ser
una advertencia de que hemos permitido quedarnos enganchados en un sistema
disfuncional. Pueden indicar que estamos atorados en esa densa niebla de la
negación, que estamos haciendo algo que no nos conviene.
Tratar
excesivamente de demostrarle algo a alguien puede significar que aún no nos
hemos demostrado ese algo a nosotros mismos. Una vez que nos lo hayamos
demostrado a nosotros mismos, una vez que lo hayamos comprendido, sabremos qué
hacer.
La cuestión
no es que otros nos entiendan y nos tomen en serio. La cuestión no es que los
demás crean que somos buenos o que somos suficientemente buenos. La cuestión no
es que otros vean y crean lo responsables o adorables o competentes que somos.
La cuestión no es que los demás se den cuenta o no cuán hondamente estamos
sintiendo un sentimiento en particular. Somos nosotros los que necesitamos ver
la luz.
“Hoy, Dios
mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de controlar los resultados de los eventos
influyendo sobre las creencias de los demás. Me concentraré en aceptarme a mí
mismo, en vez de en tratar de probar algo acerca de mí mismo. Si me sorprendo
en la trampa codependiente de tratar de enfatizar algo cerca de mí ante otra
persona, me preguntaré si necesito convencerme a mí mismo acerca de mi ante
otra persona, me preguntare si necesito convencerme a mi mismo acerca de este
punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario