Hicimos una
lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos
dispuestos a reparar el daño que le causamos. (Paso Ocho de Al-Anom).
El Paso Ocho
no es para castigarnos; es para liberarnos de la culpa, de la ansiedad y de la
discordia.
Empezamos
haciendo una lista de todas las personas a quienes hayamos hecho algún daño en
nuestro viaje, mientras luchábamos por sobrevivir. Probablemente nos hemos
hecho mas daño a nosotros mismos que a cualquier otra persona, de modo que
pongámonos en primer lugar en la lista.
A menudo,
nuestra tendencia es sentirnos culpables por todo lo que hemos hecho, acerca de
todo mundo con quien hemos entrado en contacto. Estos son sentimientos de culpa
gratuitos. Escribir nos ayuda a aclarar si nos estamos castigando sin razón o
no. Pero necesitamos estar abiertos a la guía a medida que trabajamos este
Paso
echándolo todo para afuera y poniéndolo sobre el papel, para que podamos sanar.
Una vez que
hemos hecho la lista, nos esforzamos por disponernos a reparar los daños
causados a todas las personas que aparezcan en ella porque así es como nos
curaremos. Reparar el daño no significa sentirse culpable y avergonzado, y
castigarse uno mismo; significa que nos traguemos nuestro orgullo y nuestras
defensas, y que hagamos lo que podamos para cuidar de nosotros mismos. Nos
preparamos para mejorar nuestra autoestima asumiendo la responsabilidad de
nuestras conductas. Nos disponemos a restaurar nuestras relaciones con nosotros
mismos, con los demás y con nuestro Poder Superior.
“Hoy me
abriré a un entendimiento honesto con la gente que he dañado. Dios mío, ayúdame
a dejar ir mis defensas y mi orgullo. Ayúdame a estar dispuesto a reparar los
daños que he causado, para que pueda mejorar mis relaciones conmigo mismo y con
los demás”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario