Esta bien
cuidar de nosotros mismos en el trabajo: No nada mas esta bien, es necesario.
Cuidar de
nosotros mismos en el trabajo significa que lidiemos adecuadamente con los
sentimientos; que asumamos la responsabilidad que tenemos hacia nosotros
mismos. Nos desapegamos cuando sea necesario el desapego. Fijamos limites
cuando necesitamos hacerlo.
Negociamos
conflictos; tratamos de separar nuestros asuntos de loa asuntos de otras
personas y no esperamos la perfección de nosotros mismos ni de los demás.
Dejamos ir
nuestra necesidad de controlar. En vez de ello, nos esforzamos por la paz y la
gobernabilidad, por adueñarnos de nuestro poder para ser lo que somos y para
cuidar de nosotros mismos.
No toleramos
el abuso, ni abusamos ni maltratamos a nadie más. Trabajamos por dejar ir
nuestro miedo y por desarrollar una confianza adecuada. Tratamos de aprender de
nuestros errores, pero nos perdonamos a nosotros mismos cuando los cometemos.
Tratamos de
no colocarnos en empleos que no era posible que funcionaran, o en empleos que
no son adecuados para nosotros. Si nos encontramos en una de esas
circunstancias, enfrentamos responsablemente el asunto.
Averiguamos
cuales son nuestras responsabilidades y generalmente nos ceñimos a ellas, a
menos que se llegue a otro acuerdo. Dejamos espacio para los grandes días y
para aquéllos no tan grandes.
Somos
gentiles y amorosos con la gente siempre que sea posible, pero somos asertivos
y firmes cuando eso es lo que se necesita. Aceptamos nuestros puntos fuertes y
los acrecentamos. Aceptamos nuestras debilidades y limitaciones, incluyendo las
limitaciones de nuestro poder.
Nos
esforzamos por dejar de tratar de controlar y de cambiar lo que no es asunto
nuestro cambiar. Nos concentramos en lo que es nuestra responsabilidad y en lo
que podemos cambiar.
Fijamos
metas razonables. Nos tomamos en cuenta a nosotros mismos. Luchamos por lograr
el equilibrio.
A veces nos
permitimos una buena sesión de congoja para echar todo para afuera, pero lo
hacemos apropiadamente, de forma que nos cuidemos a nosotros mismos y liberemos
nuestros sentimientos, no para sabotearnos. Nos esforzamos por evitar los
chismes maliciosos y otras conductas contraproducentes.
Evitamos la
competencia, luchando por la cooperación y por un espíritu amoroso. Entendemos
que nos pueden caer bien algunas personas que trabajen con nosotros y caernos
mal otras, pero nos esforzamos por encontrar armonía y equilibrio con todo el
mundo. No negamos lo que sentimos hacia cierta persona, pero nos esforzamos por
mantener buenas relaciones de trabajo siempre que sea posible.
Cuando no
sabemos, decimos no sabemos. Cuando necesitamos ayuda, la pedimos directamente.
Cuando el pánico se apodera de nosotros, lo tratamos como un asunto separado y
tratamos de no permitir que nuestro trabajo y nuestra conducta sean controlados
por el pánico.
Nos
esforzamos por cuidar responsablemente de nosotros mismos pidiendo de forma
adecuada lo que necesitemos en el trabajo, y al mismo tiempo, sin descuidarnos
a nosotros mismos.
Si somos
parte de un equipo, luchamos por hacer un trabajo de equipo sano como una
oportunidad para aprender cómo trabajar en cooperación con los demás.
Si algo se
vuelve loco o se siente loco, si nos encontramos trabajando con una persona
adicta o que tiene algún tipo de disfunción que sea problemática, no nos
volvemos más locos negando el problema. Lo aceptamos y en paz tratamos de
averiguar lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.
Dejamos ir nuestra
necesidad de ser mártires o rescatadores en el trabajo. Sabemos que no tenemos
que permanecer en situaciones que nos hagan infelices. En vez de sabotear un
sistema o a nosotros mismos, planeamos una solución positiva, comprendiendo que
necesitamos hacernos responsables de nosotros mismos en el camino.
Nos quitamos
de ser víctimas y trabajamos creyendo que merecemos lo mejor. Practicamos la
aceptación, la gratitud y la fe.
Por un solo
día a la vez, nos esforzamos por disfrutar lo que es bueno, por resolver los
problemas que nos toca resolver, y en el trabajo damos el regalo que somos
nosotros mismos.
“Hoy pondré
atención a las conductas de recuperación que podría practicar para mejorar mi
vida laboral. Cuidaré de mí mismo en el trabajo. Dios mio, ayúdame a dejar ir
mi necesidad de ser victimado por el trabajo. Ayúdame a estar abierto a todo lo
bueno de lo que dispongo a través de mi trabajo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario