Yo solía
pasar tanto tiempo reaccionando y respondiendo a todos los demás, que mi vida
no tenía una dirección. La vida de otras personas, sus problemas y deseos
disponían el curso de mi vida. Una vez que me di cuenta de que estaba bien que
pensara en lo que quería y lo identificara, empezaron a tener lugar en mi vida
cosas notables.
(Anónimo).
Cada uno de
nosotros tiene una vida que vivir, una vida que tiene un propósito y un
significado. Podemos ayudarle a nuestro Poder Superior a que dé dirección y
propósito a nuestra vida fijando metas.
Podemos
fijar metas anual, mensual o diariamente en tiempos de crisis. Las metas crean
una dirección y un ritmo; las metas nos ayudan a tener una vida gobernable
dirigida de acuerdo con el curso que hemos elegido para nosotros mismos.
Podemos
ayudarnos a dar dirección a nuestras vidas fijando metas.
“Hoy
prestaré atención a fijar para mi vida un curso de acción, en vez de dejar que
me arrastre cualquier viento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario