A veces nos
ayuda entender que podemos estar recibiendo algún beneficio de las relaciones
que nos causan dolor.
La relación
puede estar alimentando nuestra impotencia o nuestro papel de mártires.
Tal vez, la
relación alimente nuestra necesidad de que nos necesiten, que aumente nuestra
autoestima al permitirnos sentir en control o moralmente superiores a la otra
persona.
Algunos de
nosotros nos sentimos aliviados de la responsabilidad económica o de otro tipo
de responsabilidades permaneciendo en una relación en particular.
“Mi padre
abuso de mi cuando era niña”, dijo una mujer. “Me pase los siguientes 20 años
chantajeándolo emocional y económicamente por ello. Podía obtener dinero cada
vez que el quería y nunca tuve que asumir la responsabilidad económica de mi
misma”.
Darnos
cuenta de que podemos haber obtenido alguna forma de pago codependiente de una
relación no es motivo de vergüenza. Significa que estamos buscando en nuestro
interior los obstáculos que pueden estar deteniendo nuestro crecimiento.
Podemos
asumir la responsabilidad por la parte que podemos haber jugado para
mantenernos victimados. Cuando estemos dispuestos a ver honestamente y sin
miedo ese pago y a dejarlo ir, encontraremos la curación que hemos estado
buscando. También estaremos listos, entonces, para recibir el pago positivo,
sano, que nos pueden dar las relaciones, los beneficios que realmente queremos
y necesitamos.
“Hoy estaré
abierto a ver los beneficios que pueda haber recibido por permanecer en
relaciones enfermizas o por haber mantenido en funcionamiento sistemas
destructivos. Me dispondré a dejar ir mi necesidad de permanecer en sistemas
enfermizos; estoy listo para enfrentarme a mí mismo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario