El
sometimiento es una experiencia altamente espiritual y personal.
El
sometimiento no es algo que podamos hacer dentro de nuestra cabeza. No es algo
que podamos obligar o controlar con la fuerza de voluntad. Es algo que
experimentamos.
La
aceptación o sometimiento, no es un paquete limpio. A menudo, es un paquete
lleno de sentimientos difíciles:ira, indignación y tristeza, seguidos por la
liberación y el alivio. A medida que nos sometemos, experimentamos nuestra
frustración y nuestra ira hacia Dios, hacia otra gente, hacia nosotros y hacia
la vida. Luego llegamos a la médula del dolor y la tristeza, del gran peso
emocional interior que debe salir antes de que podamos sentirnos bien. Con
frecuencia, estas emociones tienen conexión con la curación y se liberan a un
nivel profundo.
El
sometimiento es el que pone a trabajar las ruedas. Nuestro miedo y ansiedad
respecto del futuro se liberan cuando nos sometemos.
Estábamos
protegidos. Se nos guía. Se han planeado cosas buenas. Ahora mismo se está
dando el siguiente paso. El sometimiento es el proceso que nos permite seguir
adelante. Así es como nuestro Poder Superior nos lleva hacia delante.
Confía en lo
correcta que es la programación del tiempo y en la liberad que está al otro
extremo, mientras batallas humanamente a través de esta experiencia espiritual.
“Estaré
abierto al proceso de sometimiento en mi vida. Me permitiré a mí mismo
experimentar todas las emociones potentes y difíciles que deban ser liberadas”.
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