Muchos de
nosotros sentimos que necesitamos un libro de reglas, un microscopio y una
garantía para poder vivir. Nos sentimos inseguros, asustados. Queremos la
seguridad de saber lo que va a suceder y cómo debemos actuar.
No confiamos
en nosotros mismos ni en la vida.
No confiamos
en el Plan.
Queremos
tener el control.
“He cometido
terribles errores en las elecciones que he hecho, errores que casi han
destruido mi vida. La vida verdaderamente me ha provocado shock. ¿Cómo puedo
confiar en mí mismo? ¿Cómo puedo confiar en la vida y en mis instintos después
de lo que he sufrido?”, preguntó una mujer.
Es
comprensible que nos dé miedo que nos aplasten de nuevo, tomando en cuenta la
forma como éramos muchos de nosotros cuando tocamos fondo en nuestra
codependencia. No tenemos por qué sentirnos temerosos. Podemos confiar en
nuestro yo, en nuestro sendero y en nuestros instintos.
Queremos
evitar seguir cometiendo los mismos errores. No somos las mismas personas que
éramos ayer o el año pasado. Hemos aprendido, hemos crecido, hemos cambiado.
Hicimos lo que necesitábamos hacer entonces. Si cometimos un error, no podemos
dejar que eso nos impida vivir y experimentar plenamente el hoy.
Hemos
llegado al entendimiento de que necesitábamos nuestras experiencias -incluso
nuestros errores- para llegar hasta donde estamos hoy. ¿Sabías que
necesitábamos que nuestra vida se desarrollara exactamente como lo hizo para
que nos encontráramos a nosotros mismos, a nuestro Poder Superior y esta nueva
forma de vivir? ¿O una parte de nosotros aún sigue llamando un error a nuestro
pasado?
Podemos
dejar ir nuestro pasado y confiar ahora en nosotros mismos.
No tenemos
por qué castigarnos a nosotros mismos con nuestro pasado.
No
necesitamos un libro de reglas, un microscopio, una garantía. Lo único que
necesitamos realmente es un espejo. Podemos mirar al espejo y decir: “Confío en
ti. No importa qué suceda, puedes cuidarte a ti mismo. Y lo que suceda seguirá
siendo bueno, mejor de lo que piensas.”
“Hoy dejaré
de aferrarme a las dolorosas lecciones de mi pasado. Me abriré a las lecciones
positivas que tienen para mí el hoy y el mañana. Confío en que ahora puedo
cuidarme a mí mismo y lo haré. Confío en que el Plan es bueno, aunque no sepa
cómo es”.
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