Espera hasta
que sea el momento. Es contraproducente posponer o diferir las cosas; también
es contraproducente actuar demasiado pronto, antes de que haya llegado el
momento.
A veces nos
llenamos de pánico y emprendemos una acción por miedo. A veces emprendemos una
acción fuera de tiempo por venganza o porque queremos castigar a alguien.
Actuamos o hablamos demasiado pronto a modo de controlar o de forzar a alguien
a la acción. A veces emprendemos una acción demasiado pronto para aliviar
sentimientos de incomodidad o de ansiedad acerca de como resultara una
situación.
Una acción
que se emprenda demasiado pronto puede ser tan ineficaz como otra que se
emprenda demasiado tarde. Puede salirnos el tiro por la culata y provocar mas
problemas de los que resuelva. Por lo general, si esperamos hasta que sea el
momento preciso -a veces tan solo cuestión de minutos o de horas- la
incomodidad se disipa y se nos da la fuerza para cumplir lo que necesitábamos
hacer.
En la
recuperación estamos aprendiendo a ser eficaces.
Nuestras
respuestas vendrán. Nuestra guía vendrá, Reza. Confía. Espera. Deja ir. Se nos
esta conduciendo. Se nos esta guiando.
“Hoy dejare
ir mi necesidad de controlar esperando hasta que sea el momento preciso. Cuando
así sea, emprenderé la acción”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario