12 de diciembre
Todos los
días, preguntémosle a Dios lo que quiere que hagamos hoy y luego pidámosle
ayuda. Una simple petición, pero tan profunda y trascendente que nos puede
llevar a cualquier lado al que necesitemos ir.
Escucha;
todo lo que queremos, todo lo que necesitamos, todas las respuestas, toda la
curación, toda la sabiduría, todo el cumplimiento de deseos se incluyen en esta
simple petición. No necesitamos más que decir Gracias .
Este Plan
que se ha hecho para nosotros no es de privación. Es de plenitud, alegría y
abundancia. Métete en él.
Y constátalo
tú mismo.
“Hoy le
pediré a Dios que me muestre lo que quiere que haga este día, y luego le pediré
ayuda para hacerlo. Confiaré en que es suficiente para llevarme a la luz y la
alegría”.
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