31 de diciembre
Lo divertido
se vuelve divertido, el amor se convierte en amor, la vida se convierte en una
vida que vale la pena vivir. Y nosotros nos sentimos agradecidos. (Más allá de
la codependencia).
Espérate, y
espera cosas buenas, para ti mismo y para tus seres queridos.
Cuando te
preguntes qué vendrá, di a ti mismo que falta por venir lo bueno, lo mejor que
pueden ofrecer la vida y el amor, lo mejor que Dios y Su universo tienen para
enviarnos. Luego abre tus manos y recíbelo. Reclámalo, es tuyo.
Ve en tu
mente lo mejor; imagina cómo se verá, cómo se sentirá.
Concéntrate
hasta que puedas verlo claramente.
Deja que
todo tu ser, cuerpo y alma, entren y permanezcan dentro de la imagen un
momento.
Luego,
déjala ir. Regresa al día de hoy, al momento presente. No te obsesiones. No te
pongas temeroso. Emociónate. Vive plenamente el día de hoy, expresando gratitud
por todo lo que has sido, por todo lo que eres y por todo en lo que te
convertirás.
Espérate, y
espera cosas buenas.
“Hoy, cuando
piense en el año que viene, me concentraré en lo bueno que está por venir”.
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