Tenemos
alternativas, mas alternativas de las que nos permitimos ver.
Podremos
sentirnos atrapados en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, en nuestra
vida. Podemos sentirnos encerrados en conductas, tales como cuidar
excesivamente a los demás o controlar.
Sentirse
atrapado es un síntoma de “codependencia”. Cuando nos escuchamos decir: “Tengo
que cuidar a esta persona…”, “tengo que decir que si…”, “tengo que tratar de
controlar a esta persona…”, “tengo que comportarme de esta manera, que pensar
de esta manera, que sentir de esta manera…”, podemos saber que estamos
eligiendo no ver otras alternativas.
Esa
sensación de estar atrapado es una ilusión. No nos controlan las
circunstancias, nuestro pasado, las expectativas de los demás o las enfermizas
expectativas que tenemos de nosotros mismos. Podemos elegir lo que nos
conviene, sin sentimientos de culpa. Tenemos opciones.
La
recuperación no es comportarse perfectamente o de acuerdo con las reglas de
otro. Más que nada, la recuperación es saber que tenemos alternativas y darnos
a nosotros mismos la liberad de escoger.
“Hoy abriré
mi pensamiento y me abriré yo mismo a las alternativas de que dispongo. Tomaré
las alternativas que me convengan”.
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