3 de enero
El cuidado amoroso de uno mismo.
… no hay una
guía para fijar límites. Cada uno tiene su propia guía en su interior. Si seguimos
trabajando en nuestra recuperación, se desarrollaran nuestros limites y se
volverán sanos y sensatos. Nuestro Yo nos dirá lo que necesitamos saber, y nos
amaremos lo suficiente a nosotros mismos como para escuchar. (Más allá de la
codependencia).
¿Qué
necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos?
Escuchar la
voz interior. ¿Qué te hace enojar? ¿De qué estás harto? ¿En qué no confías?
¿Qué no te parece bien? ¿Qué no puedes soportar? ¿Qué te pone incómodo? ¿Qué
quieres? ¿Qué necesitas? ¿Qué no quieres ni necesitas? ¿Qué te gusta? ¿Qué te
hace sentir bien?
En la
recuperación aprendemos que cuidar de uno mismo nos conduce al sendero de la
voluntad de Dios y al plan que Él tiene para nuestra vida. El cuidar de uno
mismo nunca nos aparta de lo que es nuestro mayor beneficio; nos conduce a
ello.
Aprende a
cultivar esa voz interior. Podemos confiar en nosotros mismos y cuidar de
nosotros mismos. Somos más sabios de lo que pensamos. Nuestra guía es interior
y siempre está presente. Escucha esa guía, confía en ella y cultívala.
“Hoy
afirmaré que soy un regalo para mí mismo y para el Universo. Recordaré que el
amoroso cuidado de uno mismo hace posible ese regalo en su forma más superior”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario