La voluntad
de Dios se da a pesar de nosotros, no a causa de nosotros.
Podemos
tratar de averiguar lo que Dios tiene en mente para nosotros, buscando,
hurgando, hipervigilantes para investigar la voluntad de Dios como si fuera un
tesoro enterrado, escondido más allá de nuestro alcance. Si lo encontramos,
ganamos el premio. Pero si no tenemos cuidado, lo perdemos.
No es así
como funciona.
Podemos
creer que tenemos que caminar sobre cascarones, diciendo, pensando y sintiendo
lo correcto, al tiempo que de alguna manera nos obligamos a estar en el lugar
correcto en el momento correcto para descubrir la voluntad de Dios. Pero eso no
es cierto. La voluntad de Dios para nosotros no está escondida como un tesoro
enterrado. No tenemos que controlarla ni que forzarla. No tenemos que caminar
sobre cascarones para que se dé.
Está justo
dentro de nosotros y alrededor nuestro. Está ocurriendo ahora mismo. A veces es
callada y sin novedades, e incluye las disciplinas cotidianas de la
responsabilidad y del aprender a cuidar de nosotros mismos. A veces nos está
curando cuando estamos envueltos en circunstancias que disparan viejas penas y
asuntos inconclusos.
A veces es
grandiosa.
Nosotros
desempeñamos una parte. Tenemos responsabilidades, incluyendo la de cuidar de
nosotros mismos. Pero no tenemos que controlar la voluntad de Dios para
nosotros. Se nos está cuidando.
Estamos
protegidos. Y el Poder que cuida de nosotros y nos protege nos ama muchísimo.
Si es un día
callado, confía en la quietud. Si es un día de acción, confía en la actividad.
Si es tiempo de esperar, confía en la pausa. Si es tiempo de recibir lo que
hemos estado esperando, confía en que eso ocurrirá claramente y con fuerza, y
recibe el regalo con alegría.
“Hoy
confiaré en que se esta haciendo la voluntad de Dios en mi vida como es
necesario. No me pondré ansioso ni me alteraré indagando vigorósamente la
voluntad de Dios, tomando las acciones necesarias para controlar el curso de mi
destino o preguntándome si la voluntad de Dios me ha pasado de largo y la he
perdido”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario