Se necesita
valor y honestidad para terminar una relación, con amigos, con el ser amado, o
una relación de trabajo.
A veces,
parecería mas fácil dejar que la relación se muera por falta de atención que
arriesgarse a darla por terminada. A veces, parecería mas fácil dejar que la
otra persona asuma la responsabilidad de terminar con la relación.
Podemos
sentirnos tentado a tomar una actitud pasiva. En vez de decir como nos
sentimos, lo que queremos o no queremos, lo que tenemos la intención de hacer,
podemos empezar a sabotear la relación.
Estas son
formas de terminar una relación, pero no son las mas limpias ni las mas fáciles.
Mientras
caminamos por este sendero del cuidado de uno mismo, aprendemos que cuando es
tiempo de terminar una relación, la manera más fácil es hacerlo con honestidad
y siendo directos. No estamos siendo amorosos, gentiles ni amables al evitar la
verdad, si sabemos la verdad.
No estamos
cuidando los sentimientos de la otra persona al sabotear la relación en vez de
aceptar el fin o el cambio de la misma, y de hacer algo al respecto. Estamos
prolongando e incrementando el dolor y la incomodidad, para la otra persona y
para nosotros mismos.
Si no
sabemos, si estamos indecisos, es más amoroso y honesto decirlo.
Si sabemos
que es tiempo de terminar una relación, digámoslo.
Los finales
nunca son fáciles, pero los finales no se hacen más fáciles con el sabotaje,
con ser indirectos y con mentir acerca de lo que queremos y necesitamos hacer.
Di lo que
necesites decir, con honestidad y con amor, cuando sea el momento. Si estamos confiando
en nosotros mismos y escuchándonos, sabremos qué decir y cuándo decirlo.
“Hoy
recordaré que la honestidad y el ser directo incrementará mi autoestima. Dios
mío, ayúdame a dejar ir mi miedo de adueñarme del poder que tengo para cuidar
de mí mismo en todas mis relaciones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario