“Dios mío,
¿Dónde estás? ¿Adónde te has ido?”
Tantas
personas se han ido. Podemos habernos sentido tan solos. En medio de nuestras
batallas y lecciones, podemos preguntarnos si Dios se ha ido también.
Hay días
maravillosos en que sentimos la protección y la presencia de Dios,
conduciéndonos y dirigiendo cada paso y cada evento. Hay días grises, secos,
espiritualmente estériles en que nos preguntamos si hay algo en nuestra vida
que ha sido guiado y planeado. En que nos preguntamos si Dios lo sabe o le
importa.
Busca
momentos de tranquilidad en los días grises. Fuerzate a la disciplina y a la
obediencia, hasta que venga la respuesta, porque vendrá.
“Criatura,
no me he ido. Estoy aquí, siempre. Reposa en mi, con confianza. Toda tu vida
esta siendo guiada y planeada, en cada detalle. Yo lo se, y me importa. Las
cosas se están resolviendo tan pronto como es posible para tu mayor bienestar.
Confía y agradece. Estoy aquí mismo. Pronto veras y comprenderás”.
“Hoy
recordaré que Dios no me ha abandonado. Puedo confiar en que Dios esta
conduciendo, guiando, dirigiendo con amor cada detalle de mi vida”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario