Sigue
practicando tus conductas de recuperación, aunque las sientas difíciles, aunque
aun no las domines, incluso aunque aun no las entiendas.
A veces se
tarda uno años en que un concepto de recuperación vaya de nuestra mente a
nuestro corazón y a nuestra alma. Necesitamos trabajar las conductas de
recuperación con la diligencia, con el esfuerzo y con la repetida practica que
aplicamos a nuestras conductas codependientes. Tenemos que obligarnos a hacer cosas
aunque no nos parezcan naturales. Necesitamos decirnos a nosotros mismos que
nos importamos y que podemos cuidar de nosotros mismos aunque no creamos en lo
que estamos diciendo.
Necesitamos
hacerlo, y hacerlo, y hacerlo, día tras día, año tras año.
Es poco
razonable esperar que adoptemos este nuevo modo de vida de la noche a la
mañana. Podemos tener que “actuar como si” durante meses, años, antes de que
las conductas de recuperación se conviertan en algo fijo y natural.
Incluso
después de años, podemos descubrirnos, en tiempos de estrés o de coacción,
revirtiéndonos a viejas maneras de pensar, de sentir y de comportarnos.
Podemos
tener capas de sentimientos que no estamos listos para reconocer hasta que
llevemos varios años de recuperación. ¡Eso está bien! Cuando llegue el momento,
lo haremos.
¡No te des
por vencido! Se lleva tiempo imbuirnos de amor propio hasta la médula. Requiere
una práctica constante. De tiempo y experiencia. De lecciones, lecciones y más
lecciones.
Luego,
justamente cuando creemos que hemos llegado, descubrimos que tenemos más que
aprender.
Esa es la
alegría de la recuperación. ¡Que seguimos aprendiendo y creciendo toda nuestra
vida!
Sigue
cuidando de ti mismo, a pesar de lo que sea. Sigue bregando con las conductas
de recuperación, un día a la vez. Sigue amándote a ti mismo, aunque no lo
sientas como algo natural. Actúa como si lo fuera, tanto tiempo como sea
necesario, aunque ese periodo te parezca demasiado largo.
Un día
sucederá. Despertarás y descubrirás que aquello con lo que estabas luchando,
por lo que estabas trabajando tan duro y habías estado forzándote a hacer,
finalmente lo sientes a gusto. Te ha llegado hasta el alma.
Luego,
prosigues aprendiendo algo nuevo y mejor.
“Hoy bregaré
con mis conductas de recuperación, aunque no las sienta como algo natural. Me
forzaré a practicarlas aunque me parezca difícil. Trabajaré por amarme a mí
mismo hasta que realmente me ame”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario