En la
recuperación hablamos mucho acerca de las conductas que se siguen en las
relaciones nuevas: permitirles a los demás ser ellos mismos sin reaccionar
excesivamente y tomarnos las cosas en forma personal, y adueñarnos de nuestro
poder para cuidar de nosotros mismos. Hablamos acerca de dejar ir nuestra
necesidad de controlar, concentrándonos en la autoresponsabilidad, y en no
disponernos a ser víctimas concentrándonos en la otra persona al tiempo que nos
descuidamos a nosotros mismos. Hablamos acerca de tener y de fijar límites
sanos, de hablar directamente y de asumir la responsabilidad por lo que
queremos y necesitamos.
Aunque estas
conductas ciertamente nos ayudan a lidiar con la gente adicta, no son conductas
diseñadas sólo para utilizarse en lo que llamamos “relaciones disfuncionales”.
Estas
conductas son nuestras nuevas conductas en las relaciones nuevas. Nos ayudan en
las relaciones tirantes. Nos pueden ayudar a atravesar épocas de estrés en las
relaciones sanas.
Las
conductas de recuperación que estamos aprendiendo son herramientas –destrezas
para tener relaciones sanas- que nos ayudan a mejorar la calidad de todas
nuestras relaciones.
Recuperación
significa cuidar de uno mismo –aprender a cuidarnos y a amarnos a nosotros
mismos -con la gente. Entre mas sanos nos volvamos, mas sanas se volverán
nuestras relaciones. Y nunca dejaremos de tener necesidad de conductas sanas.
“Hoy me
acordare de aplicar mis conductas de recuperación a todas mis relaciones, con
amigos y compañeros de trabajo, al igual que en cualquier relación amorosa
especial. Trabajare duro por cuidarme a mi mismo en las relaciones difíciles,
averiguando cual habilidad seria mejor aplicar. También considerare las formas
como se podrían beneficiar mis relaciones sanas con mis nuevas destrezas para
manejar relaciones”.
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