29 de diciembre
Aprende el
arte de la aceptación. Causa muchísima pena. (Ya no seas codependiente).
A veces,
como parte del cuidar de nosotros mismos, llega el momento de terminar ciertas
relaciones. A veces, llega el momento de cambiar los parámetros de una relación
en particular.
Esto es
cierto en el amor, con las amistades, con la familia y en el trabajo.
Las rupturas
y los cambios en las relaciones no son fáciles. Pero a menudo, son necesarios.
A veces nos
aferramos a relaciones que están muertas, por miedo a estar solos o por miedo a
posponer el inevitable proceso de pena que acompaña a las rupturas. A veces
necesitamos aferrarnos por tiempo, para prepararnos, para ponernos
suficientemente fuertes y listos para manejar el cambio.
Si eso es lo
que estamos haciendo, podemos ser suaves con nosotros mismos. Es mejor esperar
hasta el momento en que actuar nos parezca solido, claro y consistente.
Sabremos
cuando hacerlo. Lo sabremos . Podemos confiar en nosotros mismos.
Saber que
una relación está cambiando o que está a punto de terminar es una situación incomoda,
especialmente cuando aún no es tiempo de actuar pero sabemos que se acerca el
momento. Puede ser embarazoso e incómodo, a medida que se cierra la lección.
Podemos volvernos impacientes por cerrarla, pero aún no nos sentimos con fuerza
para hacerlo. Eso está bien. El momento todavía no es el correcto. Algo
importante aún está sucediendo. Cuando sea el momento preciso,
podemos
confiar en que ocurrirá. Recibiremos la fuerza y la capacidad para hacer lo que
necesitamos hacer.
Terminar
relaciones o cambiar los limites de una relación en particular no es fácil.
Requiere valor y fe. Requiere de una disposición de parte nuestra para cuidar
de nosotros mismos, a veces para quedarnos solos una temporada.
Deja ir el
miedo. Entiende que el cambio es una parte importante de la recuperación. Amate
lo suficiente para que hagas lo que necesites hacer para cuidar de ti mismo, y
encuentra la suficiente confianza para creer que volverás a amar de nuevo.
Nunca
estamos volviendo a empezar. En la recuperación estamos yendo hacia delante en
una progresión de lecciones perfectamente planeada. Nos encontramos con cierta
gente –en el amor, en la familia, con los amigos, en el trabajo- cuando
necesitamos estar con ella. Cuando hayamos dominado la lección, seguiremos
adelante. Nos encontraremos en un nuevo lugar, aprendiendo nuevas lecciones,
con gente nueva.
No, las
lecciones no son dolorosas. Llegaremos a ese lugar donde podremos aprender, no
a partir del dolor, sino de la alegría y el amor.
Nuestras
necesidades serán satisfechas.
“Hoy
aceptaré el lugar donde me encuentro en mis relaciones, aunque ese lugar sea
difícil e incómodo. Si estoy en medio de una ruptura, la enfrentaré y aceptaré
mi pena. Dios mío, ayúdame a confiar en que el sendero en que me encuentro ha
sido perfecta y amorosamente planeado para mí. Ayúdame a creer que mis
relaciones me están enseñando lecciones importantes. Ayúdame a aceptar y a
tener gratitud por las relaciones a medias, por las que terminan y por los
nuevos comienzos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario