jueves, 18 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 18 DE JUNIO. SE VULNERABLE

Parte de la recuperación significa aprender a compartirnos con otras personas. Aprendemos a admitir nuestros errores y a exponer nuestras imperfecciones, no para que otros nos arreglen, nos recaten o sientan pena por nosotros, sino para que podamos amarnos y aceptarnos a nosotros mismos. Este compartir es un catalizador para la curación y el cambio.

A muchos de nosotros nos da miedo compartir nuestras imperfecciones porque eso nos hace vulnerables. Algunos de nosotros hemos tratado de ser vulnerables en el pasado, y la gente trató de controlarnos, de manipularnos, o de explotarnos, o nos hizo sentir avergonzados.

Algunos de los que estamos en recuperación nos hemos hecho daño siendo vulnerables. Podemos hacer compartido muchas cosas con gente que no respetó nuestra confianza. O podemos habérselas dicho a la gente equivocada en un momento inadecuado, y la asustamos y se alejó.

Aprendemos de nuestros errores, y a pesar de nuestros errores, sigue siendo bueno que nos permitamos ser vulnerables y honestos. Podemos aprender a elegir gente segura con quien podamos compartir. Podemos aprender a compartir adecuadamente, para no asustar o alejar a la gente. También podemos aprender a dejar que los demás sean vulnerables con nosotros.


“Hoy, Dios mío, ayúdame a aprender a ser adecuadamente vulnerable. No dejaré que los demás me exploten o me avergüencen por ser vulnerable, y yo no me explotaré a mí mismo”.

miércoles, 17 de junio de 2015

EL LENGUAJE DEL ADIÓS. MELODY BEATTIE. 17 DE JUNIO. SOMETIMIENTO


Sometimiento
Aprende las lecciones de tus circunstancias actuales.
No tenemos que ir hacia delante resistiendo lo que es indeseable en nuestra vida hoy. Adelantamos, crecemos, cambiamos a través de la aceptación.
La evitación no es la clave; es el sometimiento lo que abre las puertas.
Escucha esta verdad: todos estamos en nuestras circunstancias actuales por una razón. Hay una lección, una valiosa lección, que debemos aprender antes de poder seguir adelante.
Algo importante está obrando en nosotros y en los que nos rodean.
Quizá no lo identifiquemos hoy, pero podemos saber que es importante. Podemos saber que es bueno. Vence no por la fuerza, sino por el sometimiento. La batalla se libra, y se gana, en nuestro interior. Debemos librarla hasta que aprendamos, hasta que aceptemos, hasta que sintamos gratitud, hasta que nos libremos.

Hoy estaré abierto a las lecciones de mis circunstancias actuales, no tengo que etiquetar, saber o entender lo que estoy aprendiendo; a su tiempo lo veré claramente. Para hoy, la confianza y la gratitud bastan.

martes, 16 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 16 DE JUNIO. SINTÁMONOS BIEN

Tener límites no complica la vida; los límites la simplifican. (Más allá de la Codependencia).

Hay un aspecto positivo en el establecimiento de límites. Aprendemos a escucharnos a nosotros mismos y a identificar lo que nos lastima y lo que no nos gusta. Pero también aprendemos a identificar lo que sentimos placentero.

Cuando estemos dispuestos a correr algunos riesgos y a empezar a hacerlo activamente, mejoraremos la calidad de nuestra vida.

¿Qué nos gusta? ¿Qué nos hace sentir bien? ¿Qué cosas nos dan placer? ¿Qué compañía disfrutamos? ¿Qué nos ayuda a sentirnos bien en la mañana? ¿Qué es un verdadero gusto en nuestra vida? ¿Cuáles son las pequeñas actividades cotidianas que nos hacen sentir cuidados y consentidos? ¿Qué es lo que le interesa a nuestro yo emocional, espiritual, mental y físico? ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace sentir bien?.

Nos hemos privado durante mucho tiempo. Ya no hay necesidad de seguir haciéndolo, ya no hay necesidad. Si te hace sentir bien, y las consecuencias son de amor a ti mismo y de autorrealización, ¡hazlo!


“Hoy haré por mí mismo las pequeñas cosas que hacen la vida más placentera. No me negaré los gustos sanos”.

lunes, 15 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 15 DE JUNIO. COMPETENCIA ENTRE MÁRTIRES

“Si, ya sé que tu esposo es un alcohólico, pero mi hijo es alcohólico y eso es distinto ¡Es peor!”. ¡Mi dolor es más grande que el tuyo!

Que fácil trampa puede ser ésa para nosotros. Salimos para mostrarles a los demás cuanto nos han victimado, cuanto sufrimos, cuan injusta es la vida y que tremendos mártires somos. ¡Y no estaremos contentos hasta que lo seamos!

No tenemos por que probarle a nadie nuestro dolor y sufrimiento. Nosotros sabemos que hemos tenido dolor. Sabemos que hemos sufrido. Muchos de nosotros hemos sido autenticamente victimados. Muchos de nosotros hemos tenido lecciones difíciles, dolorosas que aprender.

La meta en la recuperación no es mostrarle a los demás cuanto sufrimos o hemos sufrido. La meta es detener nuestro dolor y compartir esa solución con otros.

Si alguien empieza a tratar de probarnos cuanto sufre, le podemos decir simplemente. “Parece que te han hecho sufrir”. Quizá lo único que esa persona esta buscando es la validación de su dolor.

Si nos sorprendemos tratando de probarle a alguien cuánto hemos sufrido, si tratamos de detener el dolor de otra persona, quizá queramos detenernos a pensar y averiguar qué está pasando. ¿Necesitamos reconocer cuánto hemos sufrido o estamos sufriendo?

No hay un premio ni una recompensa en particular para el sufrimiento, como nosotros nos engañamos en creer en el colmo de nuestra codependencia. La recompensa es aprender a parar el dolor y a movernos a la alegría, a la paz y a la plenitud.

Ese es el regalo de la recuperación y está igualmente disponible para todos nosotros, aunque nuestro dolor haya sido más grande, o menor, que el de alguien más.


“Dios mío, ayúdame a mostrarme agradecido por todas mis lecciones, incluso por aquellas que me causaron más dolor y sufrimiento. Ayúdame a aprender lo que necesito aprender. Para que pueda detener el dolor en mi vida. Ayúdame a concentrarme en la meta de la recuperación, en vez de en el dolor que me motivó hacia ella”.

domingo, 14 de junio de 2015

EL LENGAJE DEL ADIÓS. DEJA IR EL MOMENTO PRECISO. 14 DE JUNIO

Deja ir el momento preciso
Criatura, cuando llegue el momento preciso. Cuando llegue el momento preciso. ¿Cuán frecuentemente hemos escuchado esas palabras, de un amigo, de un padrino, de nuestro Poder Superior? Queremos tanto las cosas, ese empleo, ese cheque, una relación, una propiedad. Queremos que nuestra vida cambie. De modo que esperamos, a veces pacientemente, a veces ansiosamente, preguntándonos todo el tiempo: ¿Cuándo me traerá el futuro lo que anhelo? ¿Estaré feliz entonces? Tratamos de predecir, encerrando en un círculo las fechas en el calendario, haciendo preguntas. Nos olvidamos de que no tenemos las respuestas. Las respuestas vienen de Dios. Si escuchamos atentamente, las oiremos. Cuando llegue el momento preciso, criatura. Cuando llegue el momento preciso. Sé feliz ahora.

Hoy me relajaré. Estoy siendo preparado. Puedo dejar ir el momento preciso. Puedo dejar de manipular los resultados. Las cosas buenas ocurren en forma natural cuando llega el momento preciso y sucederán en forma natural.

sábado, 13 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 13 DE JUNIO. NO TE AFERRES A VIEJAS RELACIONES

En este camino queremos viajar sin equipaje. Eso facilita el viaje.

Algo del equipaje que podemos dejar ir es de los sentimientos persistentes y de los asuntos inconclusos con relaciones del pasado: ira, resentimientos, sentimientos de victimización, de dolor o de nostalgia.

Si no hemos dado fin a una relación, si no podemos alejarnos de ella en paz, aún no hemos aprendido nuestra lección.

Eso puede significar que tendremos que pasar por otra ronda con esa lección antes de que estemos listos para proseguir.

Quizá queramos hacer un Cuarto Paso (un inventario escrito de nuestras relaciones) y un Quinto Paso (una admisión de nuestros errores). ¿Con qué sentimientos dejamos una relación en particular?

¿Seguimos acarreando esos sentimientos? ¿Queremos tener el peso y el impacto de ese equipaje sobre nuestra conducta hoy?

¿Seguimos sintiéndonos víctimas, rechazados o amargados por algo que ocurrió hace dos, cinco, diez o incluso hace veinte años?

Puede ser tiempo ya de dejarlo ir. Puede ser tiempo de que nos abramos a la verdadera lección de esa experiencia. Puede ser tiempo de poner a descansar nuestras relaciones del pasado, para estar libres de proseguir a experiencias nuevas, más recompensantes. Podemos elegir vivir en el pasado o terminar con nuestros viejos asuntos y abrirnos a la belleza del hoy.

Deja ir tu equipaje de relaciones del pasado.


“Hoy me abriré al proceso purificador y curativo que dará fin al ayer y me abrirá a lo mejor que el hoy, y el mañana, tienen para ofrecerme en mis relaciones”.

viernes, 12 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 12 DE JUNIO. ESPONTANEIDAD Y DIVERSIÓN

Practica ser espontáneo. Practica divertirte.

La alegría de la recuperación es que finalmente llegamos a experimentar. Llegamos a aprender conductas nuevas y no tenemos que hacerlas perfectamente. Únicamente necesitamos encontrar una forma que nos funcione. Incluso nos divertimos experimentando, aprendiendo y haciendo lo que nos gusta.

Muchos de nosotros hemos caído en una rutina con rigidez, martirio y privación. Una de las experiencias “normales” de las que muchos de nosotros hemos sido privados es la de divertirnos. Otra es la de ser espontáneos. Podemos no tener ni la mas nebulosa noción acerca de lo que nos gustaría hacer para divertirnos. Y podemos contenernos tanto que no nos permitamos probar algo divertido, de todas maneras.

Podemos dejarnos ir un poco de vez en cuando. Podemos aflojar un poco. No tenemos porque ser tan tiesos y rígidos, estar tan asustados de ser como somos. Corre algunos riesgos. Prueba nuevas actividades. ¿Que nos gustaría hacer? ¿Que disfrutaríamos hacer?. Luego, corre otro riesgo. Escoge una película que quisieras ver, llama a un amigo o amiga e invítalo o invítala a acompañarte. Si esa persona dice no, prueba con alguien mas o inténtalo en otra ocasión.

Decídete a probar algo y luego llévalo a cabo. Ve una vez. Ve dos veces. Practica divertirte hasta que lo divertido se vuelva diversión.


“Hoy haré algo sólo para divertirme. Practicaré el divertirme hasta que realmente lo disfrute”.

jueves, 11 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 11 DE JUNIO. VAYAMOS HACIA ADELANTE

Por mucho que nos gustara, no podríamos traer a todo el mundo con nosotros en este viaje llamado recuperación. No estamos siendo desleales al permitirnos seguir adelante. No tenemos por qué esperar a que los que amamos decidan cambiar también.

A veces necesitamos darnos a nosotros mismos permiso para crecer, aunque la gente que amemos no esté lista para cambiar. Podemos necesitar incluso dejar atrás a la gente en su disfunción o en su sufrimiento porque no podemos recuperarnos por ella. No necesitamos sufrir con ella.

No sirve de nada.

No nos sirve de nada quedarnos atascados porque alguien que amamos está atascado. El potencial para ayudar a los demás es mucho mayor cuando nos desapegamos, trabajamos en nosotros mismos y dejamos de tratar de forzar a los demás a que cambien junto con nosotros.

Cambiar nosotros mismos, permitirnos crecer mientras otros buscan su propio camino, es como tenemos el impacto más benéfico sobre la gente que amamos. Nosotros somos responsables de nosotros mismos. Ellos son responsables de ellos. Los dejamos ir y nos dejamos crecer a nosotros.


“Hoy afirmaré que es mi derecho crecer y cambiar, aunque alguien a quien ame pueda no estar creciendo y cambiando junto conmigo”.

miércoles, 10 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 1O DE JUNIO. RESPONSABILIDAD

Cuidar de uno mismo significa asumir la responsabilidad de nosotros mismos. Asumir responsabilidad por nosotros mismos incluye asumir nuestras verdaderas responsabilidades con los demás.

A veces, cuando empezamos la recuperación, estamos hartos de sentirnos responsables de tanta gente. Aprender que únicamente tenemos que ser responsables de nosotros mismos puede ser un alivio tan grande que, durante un tiempo, desconocemos nuestras responsabilidades hacia los demás.

La meta en la recuperación es encontrar el equilibrio: nos hacemos responsables de nosotros mismos e identificamos nuestras verdaderas responsabilidades hacia los demás.

Esto puede implicar una clasificación, especialmente si hemos funcionado durante años de acuerdo con nociones distorsionadas acerca de nuestras responsabilidades hacia los demás. Podemos ser responsables de una persona como amigo o como empleado; de otra persona, como patrón o como cónyuge. Con cada persona tenemos ciertas responsabilidades. Cuando atendamos a esas responsabilidades reales, encontraremos equilibrio en nuestra vida.

También estamos aprendiendo que aunque los demás no son responsables de nosotros, en cierta manera tienen responsabilidades con nosotros.

Podemos aprender a discernir nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás. Podemos permitirles a los demás que sean responsables de ellos mismos y esperar que sean adecuadamente responsables hacia nosotros. Necesitaremos ser amables con nosotros mismos mientras aprendemos.


“Hoy me esforzare en pensar claramente acerca de mis responsabilidades reales hacia los demás. Asumiré esas responsabilidades como parte del cuidar de mí mismo”.

martes, 9 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 9 DE JUNIO. PÁNICO

Pocas situaciones –no importan cuán grandemente parezcan exigirlo – pueden mejorarse si nosotros nos asustamos. (Ya no seas codependiente).

¡Que no te entre el pánico!

Si un nadador fuera cruzando un gran lago y de repente se concentrara demasiado en la distancia que le quedara por nadar, podría empezar a forcejear y a hundirse, no porque no supiera nadar, sino por haberse visto abrumado por el pánico.

El pánico, no la tarea, es el enemigo.

Muchos de nosotros tenemos momentos en que nos sentimos atascados y abrumados. Tenemos momentos en que sentimos que no es posible que terminemos todo lo que tenemos que hacer.

Podremos estar enfrentando una tarea en el trabajo, una mejora en nosotros mismos o un cambio en nuestra vida familiar.

Por un momento, es útil ver hacia adelante y tener una visión del proyecto. Es normal, cuando vemos hacia adelante lo que se necesita hacer, que tengamos momentos de pánico. Siente el miedo y luego déjalo ir. Aparta los ojos del futuro y de la enormidad de la tarea.

Si hemos tenido una visión de la meta, está será nuestra. No tenemos que hacerlo todo hoy o de una sola vez.
Concéntrate en el día de hoy. Concéntrate en la creencia de que todo está bien. Lo único que necesitamos hacer para alcanzar nuestra meta es concentrarnos en lo que se nos presenta en forma natural, de una manera ordenada, hoy. Se nos dará la fuerza para lograr, en paz, lo que necesitemos para llegar mañana a donde queramos estar.

El pánico detendrá este proceso. La confianza y una acción guiada lo fortalecerán. Respira profundamente. Ponte en paz. Confía. Actúa conforme a tu guía, hoy.

Podemos volver al camino haciendo ondear el agua hasta que recobremos la compostura. Una vez que nos sintamos en paz, podremos empezar a nadar otra vez, con confianza. Mantén simple la concentración, en una brazada, en un movimiento a la vez. Si podemos hacer nuestro movimiento es que hemos progresado. Si nos cansamos, podremos flotar, pero solo si estamos relajados. Antes de darnos cuenta, habremos llegado a la orilla.


“Hoy creeré que todo esta bien. Se me esta conduciendo, pero solo se me conducirá un día a la vez. Concentrare mi energía en vivir este día al máximo de mi capacidad. Si surge el pánico, detendré toda actividad y lidiare con el pánico como un asunto aparte”.

lunes, 8 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 8 DE JUNIO. DIVERSIÓN

Diviértete, con la vida, con el día
La vida no es una penosa faena; ésa es una creencia antigua. Déjala ir. Estamos en una aventura, en un viaje.
Llegarán a ocurrir eventos que ahora no podemos desentrañar.
Reemplaza la pesadez y el hastío del espíritu con la alegría.
Rodéate de gente y de cosas que te aligeren el espíritu.
Vuélvete sensible a la ligereza de espíritu.
El viaje puede ser una aventura emocionante. Permítete disfrutarlo.


“Hoy me divertiré con la vida, con mi recuperación, con la gente y con mi día”.

domingo, 7 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 7 DE JUNIO. EN ÓRBITA

No importa que ellos se estén haciendo daño a ellos mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarlos si tan solo nos escucharan y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA. (Ya no seas Codependiente).

Creo que puedo hacerlo cambiar. Nadie lo ha amado y lo ha apreciado realmente ántes. Yo seré quien lo haga, y entonces él cambiará…. Ella nunca ha estado antes con nadie en quien se pueda confiar. Yo demostré lo digno de confianza que soy, y entonces ella será capaz de amar… nadie antes ha sido capaz de llegar hasta ella, de conquistarla. Yo seré quien lo haga…. Nadie le ha dado realmente a él una oportunidad… Nadie antes ha creído realmente en él…

Estas son señales de advertencia. Luces rojas. Banderas rojas. De hecho, si estuviéramos teniendo estos pensamientos, necesitarían ser señales de alto.

Si nos hemos enganchado en creer que de alguna manera nosotros seremos aquél que marque la diferencia en la vida de alguien, si estamos tratando de probar lo buenos que podemos ser para alguien, podemos estar en un lío.

Esto es un juego. Un engaño. No funcionará. Nos volverá locos. Podemos confiar en ello. No estamos viendo las cosas claramente. Algo nos esta pasando a nosotros..

Sera contraproducente.

Podremos ser la “persona” correcta, la que acabara de victima.

El patrón de pensamiento en su totalidad destila codependencia, destila no ser responsable de uno mismo, destila victimización. Cada persona necesita hacer su propio trabajo.

Nadie en el pasado lo comprendió realmente… Nadie ha visto en ella lo que yo veo. Es un artificio. Nos dispone a dejar de prestarnos atención… Es un rescate. Es una jugada de un juego, de un juego que no tenemos por que jugar.

No tenemos que probar que nosotros somos la persona. Si salimos a enseñarle a la gente que somos lo mejor que alguna vez le ha sucedido, puede ser tiempo de que veamos si ellos son lo mejor que alguna vez nos ha ocurrido.

No hemos sido asignados como ángel guardián, ni como madrina o padrino, o “el que lo hará”.

La ayuda, el apoyo y el aliento que verdaderamente benefician a los demás y a nosotros mismos surge de una manera natural. Déjalos surgir.


“Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de satisfacer retos disfuncionales en mis relaciones”.

sábado, 6 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 6 DE JUNIO. EL DON DE LA DISPOSICIÓN

Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter.(Paso Seis de Al-Anón).

Progresamos hasta el Paso Seis trabajando diligentemente, al máximo de nuestra capacidad, en los primeros cinco Pasos. Este trabajo nos dispone para un cambio de corazón, para estar abiertos a dejarnos cambiar por un Poder que es superior a nosotros mismos: Dios.

El sendero hacia esta buena disposición puede ser largo y duro.

Muchos de nosotros tenemos que batallar con una conducta o sentimiento antes de estar listos para dejarlo ir.

Necesitamos ver, una y otra vez, que la herramienta que alguna vez nos protegió ya no es útil.

Los defectos de carácter a que se refiere el Paso Seis son viejas conductas de supervivencia que alguna vez nos ayudaron a lidiar con la gente, con la vida y con nosotros mismos. Pero que ahora se están atravesando en nuestro camino y ya es tiempo de estar dispuestos a apartarlas.

Confía en este tiempo. Confía en que se te está preparando para dejar ir lo que ya no es útil. Confía en que un cambio de corazón se está operando en ti.


“Dios mío, ayúdame a estar listo para dejar ir mis defectos de carácter. Ayúdame a saber en mi mente y en mi corazón, que estoy listo para dejar ir mis conductas autoderrotistas, los bloques y barreras en mi vida”.

viernes, 5 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS 5 DE JUNIO. COMBATAMOS LA VERGÜENZA

La vergüenza puede refrenarnos, oprimirnos y mantenernos mirándonos los pies. (Más allá de la Codependencia).

Cuidado con la vergüenza.

Muchos sistemas y mucha gente destilan vergüenza. Son controlados por la vergüenza y pueden querer que nosotros les hagamos el juego. Pueden tener la esperanza de engancharnos y controlarnos por medio de la vergüenza. No tenemos por qué caer en su vergüenza. En vez de ello, tomaremos los sentimientos agradables: autoaceptacion, amor y solicitud.

Las conductas compulsivas, las conductas sexualmente adictivas, el comer en exceso, el abuso de sustancias químicas y la conducta adictiva de apostar son conductas basadas en la vergüenza. Si participamos en ellas, nos sentimos avergonzados. Es inevitable. Necesitamos vigilar las conductas adictivas y otras conductas compulsivas porque nos sumergen en la vergüenza.

Nuestro pasado, y el lavado de cerebro que podemos haber sufrido y que nos impuso esa “vergüenza original”, pueden tratar de avergonzarnos. Esto puede suceder cuando estemos completamente solos, al ir caminando por el supermercado o cuando estemos viviendo nuestra vida calladamente. No pienses,,, No sientas… No cambies ni crezcas… No estas vivo… No vivas la vida… ¡Avergüénzate!.

Acaba ya con la vergüenza. Atacala. Declarale la guerra. Aprende a reconocerla y a evitarla como a una plaga.


“Hoy rehusaré deliberadamente quedar atrapado en la vergüenza que va flotando por el mundo. Si no puedo resistirla, la sentiré, la aceptaré y luego la desecharé tan pronto como sea posible. Dios mío, ayúdame a saber que esta bien que me ame a mí mismo y ayúdame a rehusar someterme a la vergüenza. Si me salgo de mi curso, ayúdame a aprender a cambiar la vergüenza por sentimientos de culpa, a corregir la conducta y a seguir adelante con mi vida en un estado inmediato de amor propio”.

jueves, 4 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 4 DE JUNIO. CONFIEMOS EN DIOS

Una pareja de casados, amigos míos, decidieron hacer algunos cambios en su modo de vida. Siempre habían vivido en la ciudad y ahora decidieron que querían vivir en el campo, en un lago. Encontraron una casa pequeña al borde del lago. No era la casa de sus sueños, pero cuando vendieran su casa en la ciudad, podrían reformarla. Habían ahorrado algo de dinero, de modo que se mudaron a la casa del lago antes de vender su casa en la ciudad.
Pasó un año y la casa en la ciudad no se vendió. Mis amigos atravesaron por muchos cambios durante ese tiempo. Tuvieron momentos de paciencia y de impaciencia. Algunos días confiaban en Dios; otros, no podían descubrir por qué Dios los estaba haciendo esperar tanto, por qué Dios nos los dejaba adelantar con su plan. Las puertas sencillamente no se abrían de par en par.
Un día, un vecino vino a visitar a mis amigos. Su casa en el lago era la casa de los sueños de mis amigos, todo lo que ellos querían, y más. La primera vez que mis amigos vieron esa casa, la admiraron, deseando tener una igualita, pero luego se olvidaron de esa idea. Nunca la creyeron posible. La razón por la cual el vecino vino a visitar a mis amigos era porque él y su esposa habían decidido mudarse. Les ofreció a mis amigos la primera opción para la compra de su casa. Mis amigos aceptaron su oferta y firmaron un contrato de compraventa. En los dos meses siguientes vendieron su casa en la ciudad y su pequeña casa del lago. Poco después, compraron la casa de sus sueños.

A veces experimentamos épocas de frustración en nuestra vida. Creemos que estamos sobre la pista, confiando en Dios y en nosotros mismos, y sin embargo, las cosas no funcionan. Tenemos arranques y paradas en falso. La puerta rehúsa abrirse de par en par.

Podremos pensar que Dios nos ha abandonado o no le importamos. Quizá no comprendamos a dónde vamos, o cuál es nuestro rumbo. Y luego, un día vemos: la razón por la que no obteníamos lo que queríamos es porque Dios había planeado algo mucho mejor para nosotros.


“Hoy practicaré la paciencia. Le pediré a mi Poder Superior que me mande lo mejor y confiaré en que así será”.

miércoles, 3 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 3 DE JUNIO. CARIDAD

Necesitamos tener límites sanos en lo que se refiere a recibir dinero, y a dar dinero,

Algunos de nosotros damos dinero por razones inadecuadas.

Quizá nos sintamos avergonzados porque tenemos dinero y no creemos merecerlo. Podemos pertenecer a una organización que usa la vergüenza como una forma de control para obligarnos a soltar nuestro dinero que la organización quiere.

Podemos quedarnos atrapados en darles dinero a nuestros hijos, familiares o amigos por sentimientos de culpa justificados o injustificados. Permitimos que nos chantajeen económicamente, a veces la que amamos.

Este no es dinero que damos libre o sanamente.

Algunos de nosotros damos dinero por una necesidad de cuidar en exceso. Podemos tener sentimientos de exagerada responsabilidad económica. Podemos estar dando simplemente porque no hemos aprendido a adueñarnos de nuestro poder para decir no cuando la respuesta es no.

Algunos de nosotros damos porque tenemos la esperanza o creemos que la gente nos amara si cuidamos de ella económicamente.

No tenemos porque darle dinero a nadie. Dar dinero es una elección que hacemos. No tenemos porque permitir que se nos victime, se nos manipule o se nos obligue para sacarnos dinero. Nosotros somos económicamente responsables de nosotros mismos. Parte de estar sano es permitir que los que nos rodean sean económicamente responsables de ellos mismos.

No tenemos por qué sentir vergüenza de tener el dinero que hemos ganado; nos merecemos el dinero que se nos ha pagado, cualquiera que sea la cantidad, sin sentirnos obligados a regalarlo todo, o culpables porque otros quieren lo que nosotros tenemos.

La caridad es una bendición. Darla es parte de vivir sanamente. Podemos aprender a desarrollar límites sanos en cuanto a dar dinero.


“Hoy me esforzaré por empezar a desarrollar límites sanos en relación con dar dinero. Comprendo que el dar es una elección mía”.

martes, 2 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 2 DE JUNIO. ADUEÑÉMONOS DE NUESTRO PODER

No tenemos por qué darle tanto poder a los demás y tan poco a nosotros mismos. No tenemos por qué darle tanto crédito a los demás y tan poco a nosotros mismos. En la recuperación de la codependencia aprendemos que hay una gran diferencia entre la humildad y el menospreciarnos a nosotros mismos.

Cuando los otros actúan en forma irresponsable e intentan culparnos a nosotros de sus problemas, ya no nos sentimos culpables. Los dejamos que se enfrenten a sus propias consecuencias.
Cuando los demás dicen tonterías, no nos cuestionamos nuestra propia manera de pensar.
Cuando otros tratan de manipularnos o explotarnos, sabemos que está bien sentir ira y desconfianza y decirle no al plan.
Cuando los otros nos dicen que queremos algo que en realidad no queremos, o cuando alguien nos dicen que no queremos algo que sí queremos realmente, confiamos en nosotros mismos.
Cuando los otros nos dicen cosas que no creemos, sabemos que está bien confiar en nuestros instintos. Siempre podemos cambiar de opiniones después.

No tenemos por qué renunciar a nuestro poder personal por nadie: extraños, amigos, cónyuges,, hijos, figuras de autoridad o aquellos para quienes nosotros somos la autoridad. La gente puede tener cosas que enseñarnos. Pueden tener más información que nosotros y parecer más confiados o poderosos que lo que nosotros nos sentimos. Pero somos iguales. Ellos no tienen nuestra magia. Nuestra magia, nuestra luz, está en nosotros. Y es una luz tan brillante como la suya.

No somos ciudadanos de segunda clase. Al ser dueños de nuestro poder, no tenemos por qué volvernos agresivos o controladores. No tenemos por qué menospreciar a los demás. Pero tampoco tenemos por qué menospreciarnos a nosotros mismos.


“Hoy seré dueño de mi poder con la gente. Me dejaré saber lo que sé, sentir lo que siento, creer en lo que creo y ver lo que veo. Estaré abierto a cambiar y a aprender de los demás y de la experiencia, pero también confiaré en mí mismo y me validaré. Me basaré en mi propia verdad”.

lunes, 1 de junio de 2015

CODEPENDIENTES ANÓNIMOS. EL LENGUAJE DEL ADIÓS. 1 DE JUNIO. LA GENTE DIRECTA

Nos sentimos seguros con las personas directas, honestas. Hablan claro y sabemos donde estamos parados con ellas.

En la gente indirecta, en la gente a la que le da miedo decir quien es, que quiere y que esta sintiendo, no se puede confiar. De alguna manera actuaran conforme a su verdad aunque no la digan. Y pueden pescar a todo mundo por sorpresa.

Ser directos ahorra tiempo y energía. Nos aparta del papel de víctimas. Nos exime del martirio y de los juegos. Nos ayuda a adueñarnos de nuestro poder. Crea relaciones de respeto.

Se siente uno seguro al tratar con gente directa, honesta. Sé una de ellas.


“Hoy me adueñaré de mi poder para ser directo. No tengo por qué ser pasivo, ni necesito ser agresivo. Me sentiré cómodo con mi propia verdad, para que los que me rodean se sientan cómodos conmigo”.

I AM IN RECOVERY. 12 STEP

Un método para dejar la adicción que ha demostrado su eficacia en todos los países del mundo y con los mas diversos tipos de adicciones, ...